Que todo aquello que hagas tenga un gran potencial en el tiempo, que te lleva a perdurar, estar de moda resulta siempre seductor para cualquier industria, sector o profesión; pero lo efímero de estar de moda puede pasarte a ti y a tu empresa una impagable cuenta de cobro estar de moda, si se establece como una cultura, debe tener como base un profundo conocimiento del mercado o cliente para interpretar correctamente conceptos, tendencias y asuntos que te lleven por el camino del verbo “perdurar”.

Perdurar nada tiene que ver con conceptos congelados, es más bien la capacidad para mantenerse fresco y vigente, aun en los mas fuertes de los climas; cualidades que no solo puede tener una lechuga en cadena frio.
El compromiso de perdurar debe ser una obligación empresarial y personal, para que todo aquello que se haga o se siembre sea terreno preparado y abonado para cosas buenas. Cuando cumples con lo prometido al cliente y das la cara a tu mercado estas conjugando el verbo

perdurar en el tiempo adecuado, porque si estas “perdurando” lo estas haciendo hoy y con un ritmo hacia el futuro.

Para perdurar debes identificar las variables por las que eres y serás elegido una y otra vez: como marca, como empresa, como proveedor, como cliente.

Identificadas las condiciones del momento en el que estas; proyectarías desde la moda. La moda es la repetición común de una variable, es lo que se lleva, lo que se usa y lo que compran: esto cambia como lo hace la gente permanentemente estar atento, es estar alerta.

Perdurar es estar de moda, es ser elegido.

Por: Marcia Arcila
Escrito en: Café pergamino c.c Oviedo.