Seguramente parece un tema de interés del área de mercadeo, del profesor adjunto o del libro recomendado por algún amigo “compra libros” que nunca los lee. La idea de negocio resulta posible gracias a la forma en la que se cuenta.

Para contarla antes, durante y después de llevar el producto al mercado, para contarla con la firme intención de que sea entendida; y por supuesto comprada, damos por hecho que la labor de marketing se hace, y por aun consideramos que el tener un área de mercadeo es lo mismo que hacer marketing ; incluso culturalmente nos atrevemos a pensar que una especialización en marketing trae consigo la aplicabilidad que necesita un negocio, nada mas incierto y mas irresponsable que entregar la tarea del marketing a personas sin experiencia, pero que además consideran que cursar una especialidad o llevarla de manera virtual es saber hacer marketing. El marketing toca de manera transversal tu negocio, tu empresa, tu corporación, e banco donde trabajas o la fundación que amas.

El marketing efectivo te da vida mientras los procesos llegan a ser una venta y luego mientras estos se repiten, la inercia que trae una marca desaparece y si no hay acciones claras, a medida y no intermitentes de marketing, el consumidor se pierde en un mundo donde seguro encontrará muchos sustitutos, y así la empresa sin marketing termina viviendo de historias pasadas y glorias sin aplausos.

Es un gran daño económico pensar que un error empresarial es un simple proceso y como nuevos charlatanes seguimos poniendo los recursos donde no se necesitan.

Abrir o expandir un negocio sin presupuesto de marketing es una irresponsabilidad que enreda el mercado, distrae a los posibles clientes y derrocha tiempo.

Con buen marketing vale más, pero seguro lo recuras; con poco marketing cerrarás de nuevo y dirás. ¡Es un proceso!

Por: Marcia Arcila
Escrito en: Café pergamino c.c Oviedo, sep 14/2019 3:45 pm